jueves, 31 de enero de 2013

El significado del aprendizaje autorregulado


Tras reflexionar sobre el concepto de “aprendizaje autorregulado”, considero que hace referencia a la capacidad que presentamos cada uno de nosotros de guiar nuestro propio proceso de aprendizaje; es decir, haría referencia a un aprendizaje autónomo por parte del alumno en el que es él mismo el que gestiona su propio aprendizaje. Pero hay que tener en cuenta que para poder llevarlo a cabo, es necesario que el alumno sea consciente de lo que esto implica. Esta claro que es primero el profeso,r el que tiene que dar las pautas y poner a disposición de sus alumnos las condiciones y los requisitos necesarios para que sus alumnos alcancen este objetivo, que es por otra parte, uno de los objetivos que el nuevo sistema educativo pretende.
Entiendo que este aprendizaje basado en el alumno y en su propio proceso de aprendizaje puede ser muy positivo, en el sentido de que nadie mejor que uno mismo es capaz de conocer cuáles son sus fortalezas y dónde están sus debilidades. 
Considero que está también muy relacionado con la curiosidad, con las ganas de aprender aquellas cosas nos suscitan interés y que nos llaman la atención. Por eso creo que juega un importantísimo papel en este tema la motivación del niño. Si un niño no muestra ninguna motivación, por muchas oportunidades que tenga de aprender, jamás conseguirá hacerlo. En lo que he ido observando a lo largo de los años, he visto como aquellas personas que muestran curiosidad e interés por las cosas y por el mundo que les rodea, son las que adquieren un bagaje de conocimientos mucho más amplio y hacen que su aprendizaje sea mucho más significativo.
A simple vista, puede parecer una tarea fácil pero existen una serie de condiciones contextuales que hacen que en la enseñanza se facilite o se entorpezca.  Conseguir un aprendizaje autorregulado en los alumnos implica cambiar muchas de las técnicas y de los métodos de la enseñanza: la autoridad del profesor (ejerciendo la autoridad pero sin ser autoritario), el papel del alumno como protagonista de su propio aprendizaje, los mismos contenidos , dejando a cada alumno que avance a su ritmo en función de sus intereses y de sus capacidades y no esperando que todos lleguen al mismo nivel; pues cada uno de nosotros somos únicos y diferentes al resto, lo que implica que no todos vamos a conseguir lo mismo al mismo tiempo, que el medio en el que los niños desarrollen su aprendizaje sea adecuado a las características que presenta dicho niño (aula amplia, con suficiente luz..), entre otras.
En definitiva, dejar a los alumnos que sean conscientes y protagonistas de su aprendizaje, dándoles las claves y estrategias necesarias para que puedan seguir aprendiendo; centrando la enseñanza en el alumno, en sus capacidades, intereses y dificultades. Sería conseguir que el aprendizaje fuese una satisfacción y no una obligación.

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