Vuelve a leer los pasos que configuran el diseño de la
asignatura ¿te recuerdan a los expuestos en el apartado sobre el aprendizaje
autorregulado?
Los encuentro
bastante parecidos, prácticamente se centran en las mismas fases y a la hora de
establecerlo y llevarlo a la práctica, aunque en algún momento sí que
establecen cuestiones diferentes, suelen seguir el mismo esquema.
Si retomamos éstos, podemos ver cómo nuestro rol como
profesor y aprendiz en el aula exige un proceso de autorregulación de la
enseñanza. Podemos decir que aprendemos a enseñar para enseñar a aprender y que
ello lleva consigo asumir los procesos de autorregulación para ejercer de
modelo para nuestros alumnos y llevar a cabo una enseñanza adecuada a nuestro
contexto.
Podemos concluir que el proceso de diseñar la enseñanza y
la misma acción de enseñar es un proceso de autorregulación en cuanto que
supone seguir sus mismas fases: programar, ejecutar lo planeado en el aula y
revisar lo realizado para comprobar su grado de adecuación.
Como conclusión, se puede decir que tanto el aprendizaje
autorregulado, como el diseño integrado persiguen una meta común: aumento del
trabajo colaborativo y el aprendizaje entre docentes para que a través de un
mayor esfuerzo por parte de estos últimos, se vaya en la misma dirección. Con
el fin de lograr que los alumnos adquieran un aprendizaje mucho más
significativo y autónomo, logrando así el desarrollo de una formación plena.
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